El biometano se perfila como una fuente de energía renovable prometedora, obtenida  a partir del tratamiento y purificación del biogás, un producto de la descomposición  anaerobia de residuos orgánicos. Este proceso de purificación, conocido como  «upgrading», elimina impurezas como el CO2, mejorando la calidad del gas hasta  alcanzar una composición similar a la del gas natural. Esta similitud permite su  utilización en aplicaciones existentes para el gas natural, como la inyección en redes  de gas y su uso como combustible para vehículos, destacándose por su sostenibilidad  y potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El biometano  es conocido como el sustituto por excelencia del GN. 

El proceso de producción del biometano implica varias etapas, comenzando con la  captura y limpieza del biogás. Posteriormente, el biogás se somete a un proceso de  purificación o «upgrading=enriquecimiento» para eliminar gases e impurezas y  principalmente el CO2 segundo componente mayoritario en el biogás, obteniendo  como resultado biometano, un gas con características similares al GN, listo para su  uso. Este gas renovable no solo es viable comercialmente y compatible con  infraestructuras existentes, sino que también promueve la economía circular y  contribuye a la descarbonización de múltiples sectores. 

En Europa, el biometano ha ganado terreno, con países como Suecia y Alemania  liderando su uso, especialmente en la producción de calor, electricidad y como  combustible de transporte. Se estima que el continente podría incrementar  sustancialmente su producción de biogás y biometano, sin impactar negativamente  en las tierras de cultivo dedicadas a la alimentación y el forraje. 

La adopción del biometano como sustituto del gas natural fósil es especialmente  relevante en aplicaciones de alto consumo energético y en sectores difíciles de  electrificar, como el transporte pesado y la industria intensiva. Aunque España aún  está lejos de alcanzar el número de plantas de biometano presentes en otros países  europeos, su potencial técnico sugiere un futuro prometedor para esta fuente de  energía renovable en el territorio nacional. 

La sostenibilidad del biometano se ve reforzada por el uso de digestatos,  subproductos de la digestión anaerobia, como fertilizantes orgánicos, lo que ahorra  costes de producción y reduce emisiones asociadas a fertilizantes minerales. Este  gas renovable ofrece múltiples beneficios ambientales y económicos, tales como la  reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la transformación de residuos orgánicos en recursos energéticos, y el fomento de una economía circular  y diversificada energéticamente. 

Plantas de Biometano 

Las plantas de biometano son instalaciones donde se procesa biogás para mejorar  su calidad a estándares de biometano, un combustible renovable. Estas plantas  utilizan tecnología de upgrading para purificar el biogás, eliminando principalmente CO2, así como, vapor de agua, sulfuro de hidrógeno, y otros contaminantes. La  infraestructura y tecnología involucrada en estas plantas son críticas para asegurar  que el biometano producido sea apto para su inyección en la red de gas natural o su  uso como combustible vehicular. 

Diferencias entre Biometano y Biogás 

Aunque el biometano y el biogás están estrechamente relacionados, existen  diferencias clave entre ambos. El biogás es un producto de la descomposición  anaerobia de materia orgánica que incluye una mezcla de metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), junto con trazas de otros gases. El biometano, por otro lado, es el  resultado de purificar el biogás para eliminar el CO2 y otros contaminantes,  resultando en un gas con una concentración de metano superior al 90%, similar al gas  natural. Esta purificación permite que el biometano sea utilizado en aplicaciones que  requieren gas natural, beneficiando así a una amplia gama de sectores. 

Tipo de Biometano. 

Actualmente podemos hablar de dos tipo de Biometano. El Biometano Natural (BGN)  obtenido a partir del enriquecimiento del biogás y el Biometano sintético (SGN) aquel  que se produce a través del proceso de metanación reacción química que toma lugar a elevada temperatura y presión, donde el H2 se une con al CO2 para producir  Biometano (CH4) tomando en cuenta que tanto el CO2 como el H2 proceden de fuentes renovables de producción. 

Aplicaciones y Uso del Biometano 

El biometano tiene una amplia gama de aplicaciones, destacando su uso en la red de  gas natural, como combustible para vehículos, y en la generación de electricidad y  calor. Su capacidad para ser intercambiado con gas natural lo hace especialmente  valioso para aplicaciones de alto consumo energético y en sectores difíciles de  electrificar. Además, el biometano juega un papel crucial en la movilidad sostenible,  ofreciendo una alternativa limpia y eficiente para vehículos ligeros y pesados,  reduciendo significativamente las emisiones de CO2 y otros contaminantes.